El Viaje de Angie & Lyndon

El próximo 04 de Octubre iniciaremos un viaje alrededor del mundo, visitando la India, el Sudeste de Asia, Australasia y Sudamérica...

lunes, enero 22, 2007

Flinders Ranges

Desde Adelaide, donde disfrutamos de magnificas, aunque agotadoras, excursiones por las montanas de Adelaide Hills y donde tuvimos la oportunidad de catar excelentes vinos de Barossa Valley, iniciamos nuestro largo camino hacia Alice Springs.

Nuestra primera parada fue en Flinders Ranges, unas rocosas cordilleras verdes y rojas en las que abundan la fauna y flora mas increibles de la zona. El paisaje de camino era impresionante y Lyndon y yo estabamos maravillados con los canguros que nos observaban desde la sombra de arboles cercanos a la carretera. Nuestros primeros canguros salvajes!!
Poquito sabiamos entonces que nuestra cabana en el parque nacional de Wilpena Pound, la principal atraccion de los Flinders, iba a estar rodeada de decenas de curiosos canguros...

A pesar de los muchos carteles del parque advirtiendo de los peligros de alimentar a los animales en su habitat natural, fuimos cautivados por una mama canguro y su pequenin que nos observaban sedientos desde una fuente cercana a la cabana.
Tras meditarlo unos minutos, e ignorando los carteles por completo, decidimos que un poquito de agua no puede hacerle dano a nadie, asi que les acercamos un cuenco con agua y disfrutamos de la tierna escena de los dos animalitos bebiendo con ansia y mirandonos agradecidos...
Por la noche, sin embargo, mientras cenabamos en el portico, la madre y su cria se avalanzaron sobre nosotros, derribando las sillas e intentando robar la comida de nuestros platos...
Intentando escapar de este inesperado (aunque advertido por los carteles) ataque de violencia, corri hacia la cabina en busca de refugio, gritando histericamente mientras la mama canguro, igualandome en altura, se ponia de pie y me arrebataba un trozo de pan que tenia en la mano...
Durante unos largos minutos tuvimos que esperar a que ambos, satisfechos de que no quedaba nada que devorar, salieran de la cabana.
Cuando por fin nos calmamos nos reimos de la situacion pensando que era divertidisimo... solo para mirar por la ventana y encontrarme con unos ojos salvajes amenazadores fijos en los mios...