Paradisiaca Vida Marina

Tras las espectaculares vistas que nos ofrecio Milford Sound nos dirijimos hacia la costa sur de la isla.

Decidimos acampar en lo que nos parecio el punto mas centrico para poder asi hacer cortas visitas a las bahias cercanas, donde al parecer abunda la vida marina... Poquito sabiamos entonces que nos la ibamos a encontrar tan cerca..

No nos lo podiamos creer cuando nos dijeron que en la cala del mismo camping podiamos atraer algunos delfines tan solo chapoteando un poquito en el agua, con lo que, en menos de lo que canta un gallo estabamos cambiados y chapoteando como locos en las heladas aguas del mar . Tan solo esperabamos ver algun delfin en la lejania, con lo que os podeis imaginar nuestro deleite al encontrarnos rodeados por juguetones delfines Hector!

Todavia rebosantes de alegria, fuimos otra vez sorprendidos por la fauna marina al poder observar de cerca unos timidos y torpes pinguinos de ojo dorado a tan solo unos metros de donde estabamos acampados.

Si esto no fuera suficiente, a tan solo unos kilometros norte, paramos en "la bahia Cannibal", donde tuvimos la gran oportunidad de presenciar como un par de enormes leones marinos luchaban por sus adoradas hembras..

La guinda del pastel fue poder ver a los diminutos pinguines azules volver a casa tras un largo dia de pesca en las aguas saladas de Oamaru.

Lagos de Nueva Zelanda...

La isla sur de Nueva Zelanda consta de muchos lagos, la mayoria de los cuales hemos tenido la suerte de poder visitar.

Los lagos Nelson, a pesar de ser realmente preciosos, se vieron estropeados por las nubes de repugnantes "moscas de arena" (sand flies). Estas pequenas y encantadoras criaturitas hacen parecer a los mosquitos agradables y parecen inmunes a todo tipo de repelentes. Ademas, y para mejorar la situacion, no solo te devoran de noche si no tambien de dia!

Las tranquilas aguas del lago Matheson, cercano a los glaciares, se comportan como espejos reflejando Mt Cook, el pico mas alto del pais. Tuvimos muchisima suerte con el tiempo, que nos ofrecio unos dias soleados y sin nubes, dandonos la posibilidad de sacar unas fotos increibles...

El lagoHawea con sus aguas de color azul intenso y rodeado por montanas doradas nos dejo impresionados y ya no otros lagos parecen llamar nuestra atencion.. Nuestra visita a Hawea coincidio con una competicion de pesca a la cual se apunto Lyndon y, a pesar de no salir ganador, nos preparo la cena con el salmon que pesco muy orgullosamente :-)

Los Glaciares del Sur

Asi como el parque nacional de Abel Tasman ofrecia fantasticas bahias y bosques tropicales, los glaciares de Fox y Franz Josef ofrecen paisajes increibles de montanas con sus cumbres nevadas, lagos de aguas cristalinas e impresionantes glaciares.
A pesar de no poder caminar sobre el glaciar en si debido a las muchas restricciones existentes y a las carisimas guias turisticas, pudimos acercarnos hasta la terminal y apreciar su grandeza..

El Infernal Abel Tasman

Habiendo desarrollado una inexplicable pasion por las largas, insoportables y dolorosas caminatas nos embarcamos en una de dos dias de durada en el parque nacional Abel Tasman. Para reducir gastos y estar a la altura de nuestro nuevo aventuroso estilo de vida decidimos acampar, lo que significaba tener que cargar (Lyndon) con ropa, tienda de campana y equipo de cocina..

Tras tan solo un par de horas de camino nos (Lyndon) dimos cuenta que las 8 horas previstas del primer dia no iban a ser tan agradables como esperabamos debido al exceso de peso de las mochilas que llevabamos (Lyndon) a la espalda.

No obstante, logramos llegar a destino.. donde nos dimos cuenta que desgraciadamente nos habiamos olvidado el tapon de la colchoneta que utilizamos de cama, que ademas resultaba ser la cosa mas pesada que (Lyndon) llevabamos con nosotros.

Tras maldecir nuestro olvido durante un largo rato nos preparamos para la noche mas fria e incomoda que nunca antes hemos pasado...

Aun asi, y aun con las incesables quejas de Lyndon (llorica!) yo me muero por hacer una caminata aun mas vigorosa, pues las vistas que pudimos contemplar de camino fueron realmente espectaculares y realmente valian el esfuerzo (las ampollas en los pies, el dolor de espalda de Lyndon, las miles de picaduras de insectos, las dolorosas agujetas...)

Las Ballenas de Kaikoura

Tras un corto vuelo desde Auckland con unas vistas espectaculares desde el avion llegamos a Christchurch, una encantadora ciudad de estilo ingles en la isla sur de Nueva Zelanda.
A unos 200 kms de Christchurch se encuentra la paradisiaca reserva marina de Kaikoura. A nuestra llegada al pueblecito nos encontramos con un extraordinario paisaje; una increible mezcla de capas comenzando con unas aguas color turquesa, el horizonte, una espesa cadena de nubes blancas y, sumergiendo de las nubes, las negras cimas de una sierra de montanas perfiladas por un cielo azul..
Tras una fria y miserable noche en nuestra nueva tienda de campana, comenzamos el dia de madrugada con la esperanza de poder ver una de las ballenas que habitan estas playas en los meses de verano, aunque teniendo en cuenta nuestra suerte no esperabamos ver mas que gaviotas y sardinas.. Sin embargo, no fue uno si no 4 los encuentros que tuvimos con cachalotes de nada mas y nada menos que 20 metros!!
Entusiasmados con las ballenas y con ganas de ver mas vida marina, decidimos visitar la colonia de focas vecina a Kaikoura, donde disfrutamos viendo a los peludos y regordetes animales torpemente haciendose camino hacia el agua.
Como recompensa por las 2 1/2 horas de camino a la colonia de focas estamos ahora disfrutando de un exquisito plato de mejillones neozelandeses y un delicioso vaso de Malborough Sauvignon Blanc ...

Auckland

Auckland de momento nos ha parecido moderna, limpia, multicultural y, despues de Australia, bastante barata. Esta rodeada por 48 volcanes, muchos de ellos con unas vistas espectaculares. Hemos visitado el mas alto, Mt Eden, y los 360 grados de vista de la ciudad han siso realmente increibles...

Recordando Viejos Tiempos

Volver a recorrer nuestros pasos de hace cinco anos en Sydney ha sido muy interesante. La playa y los bares de la playa de Coogee nosh an traido muchos buenos recuerdos.. Lo unico que que ha cambiado notablemente son los precios, que ahora son casi el doble!! La Opera House y el Harbour Bridge siguen siendo impresionantes, aunque esta vez solo los visitamos brevemente.

Una visita al precioso Parque Nacional Royal, al sur de Sydney, ha sido la mejor forma de despedirnos de Australia, pues salimos para Nueva Zelanda en tan solo un par de dias…

Australian Zoo

A pesar de que preferimos ver a os animales en su ambiente natural, pensamos que no podiamos irnos de Australia sin haber visitado antes el zoo de Steve Irwin donde quedamos entusiasmaados con la dulzura de los koalas y los wombats y con el gran tamano de los cocodrilos..

Bundi con Cola

Bundeberg no es unicamente famoso por su delicioso ron si no que tambien por las tortugas que acuden a anidar a sus playas cada verano.
Desgraciadamente no pudimos ver una de estas enormes criaturas poniendo sus huevos, aunque si que tuvimos la suerte de ver como decenas de tortuguillas salian de sus cascarones y corrian torpemente hacia el agua.

Es una lastima que, tras un esfuerzo tan grande tan solo una de cada mil sobrevive hasta ser adulta, lo que ocurre de los 30 a los 50 anos de edad..

Debido a que la luz artificial confunde un poco estos animalillos, no pudimos echar ninguna foto espectacular de sus carreras hacia el mar. Por suerte nuestro guia nos trajo a dos pequenines en mano para poder verlos de cerca... Eran tan monos!!!

Alice Springs

En lugar del soleado y caluroso Alice Springs que esperabamos, llegamos a un pueblecito completamente inundado, frio y lluvioso..

A pesar de no tener pensado quedarnos mas de una noche, tuvimos que aplazar nuestra salida hasta que abrieron las carreteras, pues estaban totalmente inundadas debido a un temporal no visto en esa region desde hace mas de 10 anos!

Aun asi, una vez pudimos proseguir nuestro camino, los 0,2 metros de agua que cubrian algunas zonas de la carretera dificultaban un poco el viaje..

A parte de los Marmoles de los Diablos ("Devil's Marbles"), una colección de rocas rodadas enormes, redondas, rojo-coloreadas situadas en el territorio norteño de Australia, y un par de pueblos fantasmas, lo que realmente compenso por las largas horas de viaje fue la abundancia de fauna que pudimos ver a nuestro alrededor. Aguilas, canguros, dingos, falcones, goannas...

Conseguimos fotos fantasticas gracias a mi frenando el coche histericamente y Lyndon saliendo disparado con la camara de fotos cada vez que notabamos algun movimiento cercano... Por suerte la mayor parte del viaje la pasamos solos en la carretera, sin coches a los que entorpecer con nuestras bruscas frenadas...